jeudi, février 14, 2008

La libertad

Hoy renuncie a mi trabajo, la coordinadora de mi departamento me pregunto si estaba loco, que si como podía dejar una posición tan importante y que pagaba muy bien. Le dije que loco si estaba, pero también cansado y que no esperaba que me comprendiera.


Puse las pocas cosas que tenia en mi escritorio en una caja y me despedí de Roberto, el único con el que platicaba de vez en cuando. Al salir tome un taxi a casa, me sorprendió al ver que el conductor era una mujer con la que había salido hace mucho tiempo. Esperaba que no me reconociera pero si lo hizo, me pregunto que si porque me habían corrido de las naciones unidas, le dije que había renunciado y me pregunto si estaba loco, conteste que no seria la ultima en hacerme esa pregunta en las próximas semanas. No quise que supiera donde vivo así es que la invite a una bebida, me dijo que aceptaba pero tenia que dejar corriendo el taxímetro.


Ella pidió una margarita y yo una cerveza, platicamos de los viejos tiempos. Ella ahora esta casada y tiene dos hijos, el nene se llama Ronald también (espero no haya sido bautizado en mi honor). Pregunto que si que esperaba para casarme, que ya estoy viejo (conversación que tengo con mucha gente estos días especialmente con familiares que no he visto en un rato) para sacármela de encima le dije que me había casado pero mi mujer se había muerto. Cuando subimos de nuevo al taxi, el medidor marcaba $75.25, le di la dirección de Katya y me dejo ahí.


No hay cosa que odie más que toparme con alguna ex, especialmente si las cosas no terminaron muy bien. Con la taxista fue una situación muy casual, la conocí por medio de un amigo y en cuestión de horas estábamos en la cama. Nuestra “relación” termino por problemas con nuestro amigo en común, aparentemente el estaba muy enamorado de ella y cuando se dio cuenta que estábamos “jugando” se enojo, entonces le dije que no sabia que le gustaba pero que le ponía fin a la situación inmediatamente y por lo que me dice la taxista nunca se acostó con el, pobre pendejo.


Camine a casa con prisa, ya que tenía que hacer un plan de vida lo más pronto posible. Con mis ahorros seguro tengo para vivir tranquilo por lo menos seis meses y si vendo el carro, otros seis meses más. (Aunque si lo vendo mi padre me castraría) hablando de padres no se ni por donde comenzar a explicarles lo que paso, pero bueno ya esta hecho.

Mañana voy a ver a un amigo que tiene un bar, quiero ser bartender.

1 commentaire:

Anonyme a dit…

Puta, es increíble, pero cierto. En otros países, liberarte es solo cuestión de decidirlo un día y zas! ya eres libre.
En países en los que no se puede ahorrar, en los que si hoy no trabajo, no como, en donde uno se endeuda con el banco a 3 años, solo para sacar matrícula y cuadernos de uno de los cipotes. Noooombre, qué nice vive este cuate. Cómo quisiera liberarme así de fácil. Ya sé, me haré el muerto o mejor aún, me muero de adeveras y a lo mejor así em libero.